
De la sequía a las inundaciones: un cambio drástico
Cataluña y Murcia, dos regiones españolas que sufrieron gravemente los efectos de la sequía prolongada, ahora se encuentran en el centro de fuertes tormentas e intensas precipitaciones. En un giro inesperado, las estaciones meteorológicas de ambas regiones han registrado niveles de lluvia inusualmente altos, generando imágenes impactantes de granizo de gran tamaño y desbordamientos de cauces fluviales.
Impacto de la vaguada mediterránea
Una vaguada atmosférica que ha recorrido el norte de España y la cuenca mediterránea es la responsable de estas lluvias intensas. Si bien el norte del país también experimentó precipitaciones, la cuenca mediterránea fue la más afectada. Esta situación, aunque genera problemas por las inundaciones, resulta en cierto modo positiva para áreas que se encontraban en una severa sequía.
Recuperación desigual: Cataluña vs. Murcia
Las cuencas internas catalanas y la del Segura fueron de las más afectadas por la sequía. Mientras que Cataluña ha logrado una notable recuperación, alcanzando niveles de embalses cercanos al 77.6% de su capacidad, la cuenca del Segura presenta una situación más preocupante con un 28.7%, a pesar de las recientes lluvias. Esto destaca la desigualdad en la recuperación hídrica entre las diferentes regiones.
El alivio temporal y la incertidumbre futura
Las lluvias torrenciales generadas por la vaguada ofrecen un alivio temporal a la situación de sequía, particularmente en la cuenca del Segura y en las cuencas del norte de la vertiente mediterránea, incluyendo la del Júcar. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el futuro. Aunque se espera que la situación meteorológica se calme, los modelos meteorológicos a largo plazo sugieren la posibilidad de que una masa de aire frío se mantenga sobre Europa durante varias semanas, afectando potencialmente el clima en la Península Ibérica.
El verano y el riesgo de nuevas sequías
El verano generalmente no se caracteriza por un alivio hídrico, por lo que la llegada de estas lluvias es una buena noticia. No obstante, la preocupación persiste por la posibilidad de una nueva sequía, especialmente en aquellas regiones que no han tenido una recuperación completa de los niveles de agua en sus embalses.
Consideraciones sobre la gestión hídrica
La experiencia de la sequía extrema, seguida de lluvias torrenciales, resalta la importancia de una gestión eficiente del agua y la necesidad de prepararse para eventos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Fuente: Xataka