La cosmología enfrenta un enigma: la discrepancia de Hubble. El universo cercano parece expandirse más rápido que el lejano, desafiando nuestro entendimiento.
El gran dilema cosmológico
La discrepancia de Hubble es un problema significativo. Las mediciones del fondo cósmico de microondas sugieren una constante de Hubble de 67,4 km/s/Mpc, mientras que las observaciones de objetos cercanos arrojan un valor de 73 km/s/Mpc. Esta diferencia, significativamente superior a 5 sigma, no encuentra explicación.
Una solución inquietante: un vacío cósmico
Un nuevo estudio propone una hipótesis intrigante: la Tierra podría estar ubicada en el centro de un inmenso vacío cósmico, una burbuja de 2.000 millones de años luz de diámetro con menor densidad que el promedio universal. Esta idea, conocida como el vacío KBC, sugiere que la gravedad de regiones más densas podría causar una expansión local más rápida.
El "sonido" del Big Bang como evidencia
La evidencia para este vacío proviene de las oscilaciones acústicas bariónicas, las "huellas" de ondas de presión en el plasma del universo primitivo. Estas ondas, congeladas hace 380.000 años, crean un patrón en la distribución de materia que funciona como una regla cósmica. Al analizar estos datos junto con 20 años de mediciones, los investigadores encontraron que un modelo con un vacío local se ajusta mejor a las observaciones que el modelo cosmológico estándar.
Análisis estadístico y probabilidades
El análisis estadístico revela que un modelo con un vacío local es 100 millones de veces más probable que un modelo sin vacío. Si bien se trata de un estudio preliminar que aún necesita revisión por pares, la evidencia sugiere que nuestra ubicación en el universo podría influir en las mediciones de la expansión cósmica.
Conclusión
Este estudio aporta una prueba sólida a la hipótesis del vacío local como explicación para la discrepancia de Hubble. Aunque existen otras teorías, como la energía oscura temprana, esta investigación ofrece una perspectiva fascinante sobre la posible soledad de nuestra posición en el cosmos. Se requiere más investigación para confirmar esta hipótesis.
Fuente: Xataka