Una Historia Insólita a 1000 Metros de Altitud

En el corazón de Guadalajara, a una altitud de 1000 metros, donde las temperaturas bajo cero son frecuentes, se encuentra Finca Río Negro, una bodega familiar que ha desafiado todas las expectativas. Su historia comienza en Cogolludo, un pueblo con un pasado vitivinícola, pero que enfrentó el reto de la filoxera y el despoblamiento rural. La familia Fuentes, con tres generaciones involucradas, emprendió esta aventura en 1998, cultivando un viñedo de apenas 40 hectáreas rodeado de 550 hectáreas de montes y bosques.

El Desafío del Clima Extremo

El clima extremo, con más de 40 días de temperaturas bajo cero al año, presentó un desafío único. Asesorados inicialmente por enólogos de Valdepeñas, quienes sugirieron, con humor, plantar pingüinos en lugar de vides, la familia Fuentes perseveró. Sin competencia en un radio de 55 kilómetros, Finca Río Negro se convirtió en un proyecto singular, alcanzando la prestigiosa calificación de Vino de Pago otorgada por la Unión Europea.

La Clave del Éxito: Experiencia y Adaptación

La llegada del enólogo Xavier Ausàs, con amplia experiencia en Vega Sicilia, marcó un punto de inflexión. Ausàs, junto con Manuel del Rincón, se enfocaron en la organización de la viña, adaptando las técnicas de cultivo a las condiciones extremas. Se optó por podas más largas, un cuidado especial de los racimos y la formación en vaso dentro de las espalderas para buscar la sombra, obteniendo uvas de excelente calidad.

Vinos Únicos con Carácter

Finca Río Negro produce vinos únicos, con un carácter distintivo. Su tinto estrella, un ensamblaje de tempranillo, syrah y merlot, presenta una potencia equilibrada, considerado un vino universalmente adaptable. También elaboran un blanco con gewürztraminer y otras referencias limitadas, como 5º Año y Cerro El Lobo. La producción total no supera las 100.000 botellas anuales, lo que subraya la calidad sobre la cantidad.

Un Triunfo Contra Todo Pronóstico

La historia de Finca Río Negro es un testimonio del esfuerzo, la perseverancia y la adaptación. Contra todo pronóstico, la bodega se ha consolidado como la más destacada de Guadalajara, logrando un reconocimiento tanto en la hostelería como en los lineales. Su éxito radica en la combinación de un terroir único, la experiencia enológica de primer nivel y la pasión de una familia que ha transformado un desafío en un triunfo rotundo.

Fuente: Directo al Paladar