La OPEP+, encargada de regular la producción y el precio del petróleo a nivel mundial, se encuentra en medio de una profunda crisis interna. Países clave como Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, están generando tensiones que amenazan la estabilidad del cartel y el mercado petrolero global.
Aumento de la producción y caída de precios
Recientemente, la OPEP+ aprobó un incremento en la producción de 411.000 barriles diarios a partir de julio. Esta decisión, impulsada principalmente por Arabia Saudí, ha generado desconcierto entre otros miembros del cartel, especialmente en un contexto de precios del crudo en descenso y un mercado ya saturado. La medida, aunque representa solo un pequeño porcentaje de la demanda global, tiene un significativo impacto político y estratégico.
Motivos detrás de la decisión
Existen diferentes interpretaciones sobre las motivaciones detrás del aumento en la producción. Algunas teorías sugieren que Arabia Saudí busca complacer a Estados Unidos, presionando para reducir los precios del combustible. A cambio, se esperan beneficios estratégicos para Riad y Abu Dabi, especialmente en sectores como la tecnología.
Otra perspectiva señala que Arabia Saudí responde a la estrategia estadounidense de expansión del fracking, que busca abaratar el petróleo. Para contrarrestar esto, Arabia Saudí inunda el mercado con crudo, forzando una caída de precios y presionando a los productores de esquisto estadounidenses. Esta táctica también busca castigar a los miembros de la OPEP+ que no respetan las cuotas de producción y recuperar cuota de mercado.
Falta de cohesión interna
El problema fundamental de la OPEP+ no radica solo en la estrategia o los precios, sino en la falta de cohesión interna. Diversos miembros ignoran la regla cardinal del cartel de no sobrepasar la producción acordada. Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, estaría produciendo significativamente por encima de su cuota, según informes de analistas. Incluso las fuentes que verifican las cifras parecen colaborar en mantener esta situación.
Tensiones entre Arabia Saudí y Rusia
La situación se complica con la creciente oposición de Rusia, un miembro clave con poder geopolítico comparable al de Arabia Saudí. En una reciente reunión, Rusia propuso congelar la producción, pero su propuesta fue rechazada. Esta decisión de Arabia Saudí de imponer unilateralmente su plan demuestra el fin de la era de liderazgo colegiado dentro del cartel.
¿Un futuro incierto para la OPEP+?
Si Arabia Saudí no logra controlar a los Emiratos ni resolver las diferencias con Rusia, la OPEP+ corre el riesgo de volverse irrelevante. La divergencia estructural entre Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos es profunda, y se espera un conflicto abierto entre ambos, que podría precipitar la salida de los Emiratos de la OPEP+. La erosión de la cohesión interna, el incumplimiento de las cuotas y las acciones unilaterales de los grandes productores amenazan la estabilidad y el futuro de la organización.
La OPEP+, tras sobrevivir a guerras y pandemias, se enfrenta ahora a una posible implosión, en un momento donde la demanda de petróleo podría alcanzar su pico en la próxima década. El "crack" actual no es solo de precios, sino institucional, y podría ser definitivo.
Fuente: Xataka