Después de dos explosiones consecutivas de la nave Starship, SpaceX ha sorprendido al mundo con un plan audaz para el noveno lanzamiento: una maniobra de aterrizaje extremadamente arriesgada.

Un doble tirabuzón sin red

El foco está puesto en el propulsor Super Heavy, el cual será reutilizado por primera vez y se someterá a una prueba de resistencia extrema: el aterrizaje se intentará con solo dos de sus motores operativos, simulando un fallo de motor durante la reentrada. Esta audacia tiene un objetivo claro: comprobar la capacidad de supervivencia del cohete ante imprevistos.

Aterrizaje en el Golfo de México

Debido a la extrema dificultad y el alto riesgo de la maniobra, SpaceX ha optado por un amerizaje en el océano Atlántico, en lugar de intentar atraparlo con la torre de lanzamiento. Es una apuesta todo o nada, con implicaciones importantes para el desarrollo de la tecnología de aterrizaje y reutilización de cohetes.

Segunda torre Mechazilla

La construcción de una segunda torre Mechazilla en Starbase demuestra la ambición de SpaceX de capturar tanto el propulsor Super Heavy como la nave Starship simultáneamente. Esta capacidad es fundamental para su plan de viajes espaciales repetidos, pero fue retrasada por los fallos de los vuelos 7 y 8.

29 motores usados, una hazaña

El propulsor Super Heavy del vuelo 9, el Booster 14, presenta una característica excepcional: 29 de sus 33 motores son usados. Esto demuestra un avance significativo en la reutilización de componentes, aunque SpaceX reconoce que aún están lejos de su meta de reutilización "zero-touch".

La nave Starship 35: ¿Superará la prueba?

Mientras el Super Heavy llama la atención, la Starship 35 será la auténtica protagonista, ya que es la tercera nave de la versión 2. Sus predecesoras fracasaron debido a vibraciones excesivas que causaron fugas, incendios y explosiones. La S35 ha completado pruebas criogénicas, pero no un encendido completo, lo que genera incertidumbre sobre su rendimiento.

La carrera hacia Marte

La presión es alta para SpaceX. La necesidad de cumplir el objetivo de Musk de una misión no tripulada a Marte para finales de 2026 exige un avance rápido y eficiente en el programa Starship. Una tercera explosión sería un enorme revés para este ambicioso proyecto.

Fuente: Xataka