En un mercado dominado por gigantes tecnológicos que ensamblan sus productos en Asia, surge el Liberty Phone, una rareza industrial que desafía las convenciones. Este teléfono, con un precio de 2000 dólares, ostenta la etiqueta “Hecho en Estados Unidos” según la Comisión Federal de Comercio.

Un teléfono de gama baja con un precio premium

Desarrollado por la empresa Purism, el Liberty Phone es una versión modificada del Librem 5. Sus especificaciones, con solo 4 GB de RAM, son consideradas anticuadas, pero su valor reside en su origen y su filosofía: soberanía tecnológica, una cadena de suministro auditada y un entorno de fabricación enfocado en la seguridad y la transparencia. No se trata de competir con gigantes como Apple o Samsung, sino de ofrecer una alternativa con valores distintos.

El largo camino hacia la autonomía tecnológica

El fundador de Purism, Todd Weaver, inició el proyecto en 2014 con la visión de construir tecnología ética y controlable. Para lograr fabricar un teléfono completamente en Estados Unidos, la empresa comenzó desarrollando laptops, capacitando ingenieros y colaborando con fabricantes chinos para comprender los procesos industriales. Tras años de iteraciones, en 2020 lanzaron el Librem 5 USA, ensamblado y fabricado en Carlsbad, California. Desde la placa base hasta el producto final, todo se realiza internamente.

Un proceso de fabricación único

Purism no se limita al ensamblaje de piezas importadas. Su proceso incluye la fabricación electrónica completa: desde la soldadura de componentes hasta el control de calidad, la carga de firmware y el ensamblaje final, todo bajo un mismo techo. Aunque algunos componentes son importados de países como China y Corea del Sur, la compañía prioriza la compra a distribuidores y fabricantes estadounidenses o europeos. Además, publica la lista completa de materiales y mantiene el código fuente abierto para verificación pública.

Costos y márgenes: un desafío para la producción nacional

El costo de materiales y fabricación del Liberty Phone se estima en 650 dólares, un margen pequeño en comparación con su precio de venta. Este margen es crucial para sostener la línea de producción nacional, orientada a mercados de seguridad institucional, defensa y usuarios con necesidades críticas de privacidad. La estrategia de Purism se basa en la ingeniería propia, el control vertical y una fuerte carga ideológica, en contraste con el modelo habitual de diseño en un país y ensamblaje en otro.

Una apuesta geopolítica en un mundo incierto

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha generado volatilidad en el mercado tecnológico. Purism, al fabricar en Estados Unidos, se muestra independiente de las tarifas impredecibles y las cadenas logísticas vulnerables. Más que un simple proyecto, el Liberty Phone representa una apuesta geopolítica por la soberanía tecnológica y la seguridad nacional, ofreciendo control, verificabilidad, transparencia e independencia.

Fuente: Xataka Móvil