El auge de la semana de cuatro días en Reino Unido

La semana laboral de 40 horas, un estándar establecido hace más de un siglo, está siendo desafiada en Reino Unido. Más de 200 empresas, empleando a más de 5000 personas, han adoptado de forma definitiva una semana laboral de cuatro días, con jornadas de 32 horas sin reducción salarial ni beneficios.

Un modelo en expansión

Este nuevo modelo se sustenta en la experiencia de proyectos piloto anteriores, incluyendo una prueba con 70 empresas en 2022. Aunque no todas las participantes en la primera fase mantuvieron el cambio, la adopción masiva en este nuevo proyecto demuestra el creciente interés en modelos laborales más flexibles y equilibrados.

Beneficios demostrados

Estudios previos en Reino Unido, pero también en países como Alemania, Valencia, Islandia, Portugal y Sudáfrica, muestran resultados positivos: aumento de la productividad, reducción de la rotación de personal, mayor compromiso de los empleados y mejora del bienestar físico y mental. El impacto positivo también se extiende a la economía local, con un mayor dinamismo en el comercio y el ocio.

Optimización y adaptación

El éxito de la semana de cuatro días no es automático. Requiere un proceso de optimización de los procesos laborales y la adopción de nuevas herramientas. No todas las empresas logran una adaptación exitosa, y algunas retornan a la semana de cinco días, aunque a menudo con jornadas más cortas. Sin embargo, un porcentaje significativo declara que nunca volverán al modelo anterior.

Contrastes con Estados Unidos

En contraste con la tendencia en Reino Unido, muchas empresas en Estados Unidos están impulsando el regreso a la oficina y jornadas más largas, incluso superiores a 60 horas semanales. Estudios sugieren que este enfoque puede ser contraproducente, ya que la productividad se mantiene alta solo durante un tiempo determinado.

El futuro del trabajo

La experiencia en Reino Unido apunta hacia un futuro laboral más flexible y centrado en la optimización de los procesos, en lugar de la extenuación de los empleados. El enfoque se desplaza hacia una mejor conciliación de la vida familiar y laboral mediante jornadas más cortas y eficientes, en lugar de jornadas maratonianas.