Una drástica medida del gobierno italiano ha dejado a miles de latinoamericanos sin la posibilidad de obtener la ciudadanía italiana por ascendencia. La nueva ley restringe la concesión de la nacionalidad a aquellos con padres o abuelos italianos, eliminando el derecho para descendientes de cuarta o quinta generación, una práctica común durante décadas.

Un Cambio Brusco con Consecuencias Inmediatas

En 2024, Argentina y Brasil registraron 30.000 y 20.000 nuevas inscripciones de ciudadanos italianos respectivamente, la mayoría a través de la vía de la ascendencia. Esta vía, ahora eliminada, ha permitido la migración de cientos de miles de personas de Sudamérica a Europa. La decisión, implementada sin previo aviso, busca frenar el aluvión de solicitudes que ha colapsado las instituciones italianas.

Nuevas Reglas y Obstáculos

Los solicitantes ahora deben demostrar dominio del idioma italiano mediante un examen oficial, residir al menos tres años en Italia, y someterse a un proceso centralizado con entrevistas presenciales. Además, se exige el cumplimiento de obligaciones cívicas como votar, pagar impuestos y renovar documentos para mantener la nacionalidad. La transmisión de ciudadanía por matrimonio también se ha endurecido, requiriendo dos años de residencia conjunta en Italia, y el coste de solicitud se ha duplicado.

Un Negocio Millonario y un Sistema Saturado

El incremento en las solicitudes de ciudadanía ha saturado los tribunales, registros civiles y consulados italianos. Esto ha dado lugar a la proliferación de empresas y gestores que cobran miles de euros por ayudar en el proceso, explotando una ley que, según el ministro de Exteriores, se ha prestado al fraude. La cifra de italianos residentes en el exterior ha aumentado un 40% en la última década, alcanzando los 6,4 millones en 2024.

Debate Ético y Político

La medida ha generado un debate dentro de Italia. Mientras algunos defienden la restricción para evitar abusos, otros critican la falta de integración de los hijos de inmigrantes nacidos en Italia, quienes enfrentan condiciones más estrictas para obtener la ciudadanía. La decisión también se contrapone a la grave crisis demográfica italiana, con baja natalidad y envejecimiento poblacional.

Impacto en las Familias Latinoamericanas

La nueva ley ha generado frustración entre quienes invirtieron tiempo y dinero en el proceso, algunos vendiendo sus propiedades y reorganizando sus vidas bajo la antigua normativa. Numerosos testimonios en redes sociales reflejan el impacto negativo de esta decisión en familias latinoamericanas.

La reforma profundiza la brecha entre la Italia que busca proteger su vínculo con los emigrantes del pasado y la que lucha por integrar a los inmigrantes actuales.

Fuente: Xataka