La guerra arancelaria iniciada por la administración Trump está generando resultados inesperados. Mientras la incertidumbre económica global prevalece, algunas empresas chinas del sector de semiconductores y componentes para automóviles están experimentando un crecimiento significativo.
El auge de los fabricantes chinos
Chipsea Technologies (Shenzhen) Corp., por ejemplo, ha visto sus acciones subir un 4,38% en la Bolsa de Shanghái. Similarmente, Pan Asian Microvent Tech, fabricante de sensores y electrónica para coches, experimentó un aumento del 5,29% en sus acciones. Trina Solar, productora de paneles fotovoltaicos y baterías, también registró un crecimiento del 3,11%. Estas cifras contrastan con la situación general de incertidumbre económica.
El mercado chino como factor clave
No todas las empresas chinas se benefician de esta situación. Shanghai Baolong Automotive, fabricante de componentes para autos, experimentó una caída del 6,97% en sus acciones, al igual que Zhejiang Yankon Group, especializada en iluminación LED, con una disminución del 5,61%. La clave de este éxito desigual radica en la dependencia de las empresas del mercado interno chino.
Las empresas que basan su éxito principalmente en el mercado chino están viendo cómo la subida de precios de los productos estadounidenses por los aranceles les permite acaparar la demanda interna. La competencia de empresas extranjeras, especialmente estadounidenses, se debilita con esta subida de precios, ofreciendo una ventaja competitiva a las compañías chinas.
Un ejemplo de éxito: Pan Asian Microvent Tech
La empresa Pan Asian Microvent Tech se encuentra en una situación ventajosa frente a su competidor estadounidense, W.L. Gore & Associates, proveedor de Gore-Tex. El arancel del 34% impuesto por China a las importaciones estadounidenses incrementa notablemente el precio de los productos de Gore-Tex en China, volviendo más competitivos los productos de Pan Asian Microvent Tech en el mercado local.
El futuro inmediato: serenidad y adaptación
Incluso las empresas chinas que han experimentado caídas en sus acciones, como Shanghai Baolong Automotive y Zhejiang Yankon Group, mantienen una visión positiva del futuro. La posibilidad de abastecer al enorme mercado interno chino les ofrece una sólida base para amortiguar el impacto de los aranceles. Además, algunas empresas han optado por trasladar el coste de los aranceles estadounidenses a sus clientes, mitigando así su impacto directo.
En resumen, la guerra arancelaria ha creado un escenario complejo, beneficiando a algunas empresas chinas mientras otras se adaptan a las nuevas circunstancias. El acceso al gigantesco mercado chino se ha convertido en un factor de resiliencia para muchas empresas en medio de la incertidumbre global.
Fuente: Xataka