El secreto mejor guardado de Apple
La presentación del primer iPhone en 2007 es considerada un hito en la historia del marketing tecnológico. Steve Jobs, con su carisma inigualable, presentó un dispositivo revolucionario y mágico. Sin embargo, la realidad detrás de esa impecable presentación era muy distinta. Un reportaje de The New York Magazine reveló que el iPhone original, en el día de su lanzamiento, estaba lejos de ser funcional. Su software estaba repleto de errores: la música se cortaba, los videos se bloqueaban, y el sistema podía colapsar con facilidad. La limitada memoria RAM provocaba reinicios constantes al realizar varias tareas simultáneamente.
El "camino dorado": una solución de emergencia
Para evitar un desastre en la presentación, los ingenieros de Apple diseñaron una estrategia de emergencia denominada "camino dorado". Este consistía en una secuencia precisa de acciones que Steve Jobs debía seguir al pie de la letra durante la demostración. Cualquier desviación del guion podía provocar un fallo del dispositivo. Para mayor seguridad, Jobs contaba con varias unidades idénticas del iPhone, preparadas para reemplazar a una que fallara sin que el público se diera cuenta.
Más allá del software: trucos ingeniosos para una presentación impecable
La presión no se limitaba al software. Jobs deseaba una proyección impecable del dispositivo, sin cámaras intermedias. Los ingenieros lograron esto mediante placas personalizadas y cables de video que enviaban la señal directamente del iPhone al proyector. Era un sistema artesanal y frágil, pero aseguraba la estética impecable que Jobs demandaba.
La conectividad WiFi también era un problema con miles de personas en la sala, muchas con conocimiento técnico. Apple solucionó esto utilizando frecuencias reservadas a Japón, fuera del rango habitual en Estados Unidos, garantizando así una señal estable. Las llamadas telefónicas también fueron manipulada, con AT&T instalando una torre móvil portátil. Los dispositivos de demostración estaban configurados para mostrar siempre cinco barras de señal, sin importar la calidad real de la conexión.
Un éxito a pesar de los fallos
A pesar de los numerosos problemas técnicos, la presentación fue impecable. Jobs siguió el "camino dorado" con precisión, mostrando las funciones del dispositivo sin ningún incidente aparente. El público quedó impresionado, sin sospechar la compleja ingeniería y los trucos que había detrás de la presentación.
El secretismo era tal que incluso algunos proveedores no supieron que sus componentes se utilizaban en un teléfono móvil hasta el día de la presentación. Apple llegó a diseñar esquemas falsos para evitar filtraciones.
Una lección de marketing y manejo de la expectativa
La historia del lanzamiento del primer iPhone es una lección sobre cómo Apple maneja la expectativa y el secreto. Aunque el dispositivo no estaba completamente terminado, la presentación logró un éxito rotundo. Esto demuestra la maestría de Apple en el arte del marketing y la capacidad de superar los desafíos técnicos para lograr una presentación impecable.
Fuente: Xataka