
La guerra comercial de Trump y sus consecuencias para Japón
La imposición de aranceles del 25% por parte del gobierno de Donald Trump a los coches fabricados fuera de Estados Unidos, junto con barreras económicas a vehículos con piezas extranjeras, ha generado una crisis para la industria automotriz japonesa. Estados Unidos representaba un mercado clave para la venta de vehículos híbridos japoneses, una ventaja que ahora se ve amenazada.
El impacto en las exportaciones japonesas
Japón, históricamente el mayor exportador de vehículos, sufrió un duro golpe con estas medidas. Las exportaciones a Estados Unidos, que alcanzaron los 41.070 millones de dólares en 2023, se vieron significativamente afectadas. La dependencia del mercado estadounidense es alta; en 2015, Japón vendió 1,7 millones de coches en EEUU, comparado con las más de 700.000 unidades vendidas en toda Europa. La industria automotriz representa el 3% del PIB japonés, y las ventas a EEUU sumaron el 28,3% de todas las exportaciones a ese país.
México: un aliado clave en jaque
Durante años, México actuó como un aliado estratégico para Japón, facilitando la producción y exportación de vehículos a Estados Unidos debido a su cercanía geográfica. Los vehículos producidos en México ofrecían precios más competitivos, lo cual se ve ahora comprometido por los aranceles. Este impacto ha generado preocupación en el gobierno japonés, que inició negociaciones con Estados Unidos para mitigar el daño.
El futuro incierto para las marcas japonesas
Las consecuencias son dramáticas para algunas empresas. Se estima que Japón podría perder 17.000 millones de dólares en exportaciones debido a estos aranceles. Marcas como Nissan, que ya enfrenta problemas financieros con despidos masivos y la búsqueda de un comprador, se ven especialmente afectadas. Mientras que Toyota y Honda tienen mayor capacidad para absorber la pérdida, Mazda y Nissan podrían experimentar caídas de beneficios de hasta el 59% y 56%, respectivamente. El auge de los vehículos eléctricos en China también agrega presión al sector japonés, que se ha centrado en los híbridos.
El dilema del híbrido en un mundo eléctrico
El enfoque japonés en los vehículos híbridos, mientras el mundo se inclina hacia los eléctricos, representa un desafío adicional. Europa impone normativas estrictas para 2027, lo que obliga a los fabricantes japoneses a aumentar la producción de vehículos eléctricos o buscar acuerdos con otras compañías. La creciente competencia china en el mercado de coches eléctricos complica aún más la situación para la industria automotriz japonesa.
Negociaciones y futuro incierto
Las negociaciones entre Japón y Estados Unidos son cruciales para el futuro de la industria automotriz japonesa en el mercado estadounidense. La presión es alta, dado el impacto económico potencial en Japón y el futuro incierto de algunas marcas en un panorama cada vez más competitivo y dominado por la transición a vehículos eléctricos.