El enigma del aceite de oliva: resistencia en medio del caos
Durante meses, la industria aceitera española ha vivido con incertidumbre. Tras años de descenso en el consumo, el miedo a una recuperación fallida era palpable. Sin embargo, datos recientes sugieren una respuesta inesperada: el consumo interno se mantiene firme, incluso ante la subida de precios y el turbulento panorama comercial internacional.
La caída del consumo y sus causas
El consumo de aceite de oliva en España ha disminuido año tras año durante la última década. Las razones no son del todo claras, aunque se barajan factores sociodemográficos y un cambio en las costumbres gastronómicas. A pesar de las crisis económicas, una parte significativa de la población ha reducido su consumo de aceite de oliva, y muchos no han vuelto a los niveles anteriores.
Inesperada resistencia ante la subida de precios
El aceite de oliva ha experimentado un incremento considerable en su precio. A pesar de este aumento, la demanda ha caído menos de lo esperado, lo que indica una cierta inelasticidad de la demanda. La 'cultura del aceite' en España parece jugar un papel crucial en esta resistencia al alza de precios.
El impacto del contexto internacional
El escenario internacional, marcado por medidas arancelarias y la volatilidad del mercado, ha añadido complejidad al sector. A pesar de estas dificultades, la industria aceitera española ha mostrado una sorprendente capacidad de adaptación y resiliencia.
El regreso a la normalidad y el aumento de la demanda
La actual campaña aceitera está marcando una tendencia positiva. Tras varios años difíciles, se observa una vuelta a la normalidad en los precios y, lo que es más destacable, un aumento significativo de la demanda interna. Este crecimiento del 48%, según datos de Nielsen, ofrece un rayo de esperanza para el sector.
¿Un futuro prometedor?
Si bien aún es pronto para cantar victoria, la recuperación de la demanda interna es una señal alentadora. El futuro del sector depende de la consolidación de esta tendencia positiva y de la capacidad de la industria para adaptarse a los desafíos del mercado. La resistencia del aceite de oliva ante la crisis abre un espacio para el optimismo, pero la atención y la adaptación continua serán fundamentales.
Cultura del Olivo de Jaén:
Fuente: Xataka