Un gigante cósmico se despierta

Por primera vez en la historia, los astrónomos han observado el despertar de un agujero negro supermasivo. Denominado "Ansky", este objeto ubicado a 300 millones de años luz en la constelación de Virgo, ha mostrado una actividad sin precedentes, liberando llamaradas de energía cien veces mayor a cualquier otra observada hasta la fecha.

Erupciones de energía inmensa

El agujero negro, previamente inactivo, comenzó a brillar inesperadamente en luz visible a finales de 2019. Su activación, detectada inicialmente por la astrónoma chilena Paula Sánchez Sáez, se caracteriza por erupciones cuasiperiódicas (QPEs) de rayos X increíblemente energéticas y regulares, con una cadencia de cuatro días y medio. Estas erupciones son diez veces más largas y diez veces más luminosas que las registradas en otros agujeros negros supermasivos.

Un enigma científico

La energía liberada en cada erupción de Ansky supera ampliamente cualquier QPE previamente observada, desafiando los modelos astronómicos actuales. La causa de estas explosiones aún no está completamente clara. Si bien las QPEs suelen estar asociadas a la interacción de un objeto con el disco de acreción del agujero negro, en el caso de Ansky, esta teoría no parece encajar perfectamente. Se están considerando otras hipótesis, como la formación del disco a partir de gas capturado del entorno galáctico, con las llamaradas resultantes de ondas de choque provocadas por un objeto más pequeño que orbita y perturba el disco.

Observación en tiempo real y futuras investigaciones

La observación del despertar de Ansky en tiempo real ofrece una oportunidad única para investigar la posible relación entre estas erupciones de energía y las ondas gravitacionales. La misión LISA de la ESA y la NASA, cuyo lanzamiento está programado para 2035, buscará detectar estas perturbaciones en el tejido del espacio-tiempo desde el punto L1 de Lagrange. El estudio de Ansky promete arrojar luz sobre los procesos que rigen la actividad de los agujeros negros supermasivos y su impacto en el universo.

Un evento sin precedentes

El descubrimiento de Ansky no solo representa un avance significativo en nuestra comprensión de los agujeros negros supermasivos, sino que también destaca la importancia de la observación continua del cosmos para detectar eventos excepcionales y desafiar nuestras teorías científicas. Este evento sin precedentes abre nuevas vías de investigación, prometiendo desentrañar los misterios que aún rodean estos fascinantes objetos cósmicos.

Fuente: Xataka