Barcelona ha librado una curiosa batalla contra el turismo masivo. Para aliviar la presión sobre el autobús 116, que llevaba turistas a Park Güell, la ciudad decidió eliminarlo de Google Maps.

Una estrategia inesperada

La medida, tomada hace un año, buscaba reducir la saturación de esta línea de transporte público, ya que su capacidad era insuficiente para la alta demanda turística. La eliminación del bus 116 de las rutas sugeridas de Google Maps se presentaba como una solución innovadora para equilibrar las necesidades de los residentes y la afluencia de turistas.

¿Éxito o fracaso?

Inicialmente, la estrategia pareció funcionar. La demanda en la ruta 116 disminuyó significativamente. Sin embargo, el alivio fue temporal. Los turistas simplemente se redistribuyeron hacia otras líneas que conectaban con Park Güell, como las rutas 24 y V19, generando nuevas saturaciones y causando molestias a los habitantes locales que utilizan estas líneas para su vida diaria.

Consecuencias inesperadas

La línea 24 experimentó un aumento del 32% en las validaciones del abono turístico, mientras que la V19 transportó un 10% más de pasajeros en 2024 que en el año anterior. Este cambio inesperado demuestra la dificultad de controlar los flujos turísticos y la necesidad de soluciones más integrales.

Un problema que persiste

A pesar del crecimiento general en el uso del transporte público en Barcelona (7% en 2024), la experiencia de los vecinos demuestra que la presión turística sigue afectando a su día a día. Los autobuses están abarrotados, dificultando el acceso al transporte para los residentes locales, quienes ahora se ven afectados por las rutas alternativas saturadas por los turistas.

El desafío del turismo sostenible

La situación en Barcelona ilustra el desafío global de equilibrar el atractivo turístico con la calidad de vida de los residentes. La eliminación del autobús 116 de Google Maps, aunque ingeniosa, evidenció la complejidad del problema y la necesidad de buscar estrategias más eficientes para gestionar el turismo masivo.

Un futuro incierto

La experiencia de Barcelona sirve como ejemplo de los problemas que surgen al intentar controlar el turismo masivo a través de medidas individuales y poco integrales. La problemática del transporte público saturado por el turismo destaca la urgencia de desarrollar planes de gestión turística más holísticos.

Fuente: Xataka