Un giro inesperado en la guerra arancelaria

La administración Trump ha dado un giro sorprendente en su política arancelaria, eximiendo de gravámenes recíprocos a dispositivos electrónicos como móviles, ordenadores y componentes clave. Esta decisión ha generado un gran alivio en gigantes tecnológicos como Apple y NVIDIA, quienes se encontraban ante un futuro incierto debido a la escalada de tensiones comerciales con China.

El impacto en las grandes tecnológicas

La anterior imposición de aranceles había puesto en jaque a las empresas norteamericanas. Apple, por ejemplo, llegó a dejar de ser la compañía más valiosa del mundo tras la aplicación de un arancel del 104% a las importaciones chinas. Medidas extremas, como fletar aviones cargados de iPhones desde la India, se tomaron para mitigar el impacto. La situación era crítica no solo para Apple, sino también para NVIDIA y toda la industria que depende de semiconductores, chips y otros componentes, cuyos precios se veían amenazados por la guerra comercial.

Electrónica de consumo: la gran beneficiada

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos publicó un comunicado donde detallaba que dispositivos como teléfonos móviles, ordenadores, discos duros, procesadores, chips de memoria, semiconductores, tarjetas de memoria y células solares quedan exentos tanto del arancel global del 10%, como del gravamen mucho más alto aplicado a las importaciones chinas. Esta medida tiene carácter retroactivo a partir del 5 de abril.

El futuro incierto

Si bien Apple y NVIDIA son grandes beneficiarias de esta decisión, la incertidumbre persiste. La volatilidad de la política de Trump y la respuesta de China a este gesto mantienen el panorama incierto. La Casa Blanca ha declarado que el objetivo es dar tiempo a las empresas estadounidenses para trasladar su producción a territorio nacional, reduciendo así la dependencia de China para la fabricación de tecnologías críticas.

Un respiro temporal

Después de una pausa de 90 días para que los países (excepto China) se adaptaran a los nuevos aranceles, Trump ha decidido aflojar la presión. La decisión llega tras la preocupación manifestada por las grandes tecnológicas ante la inminente escalada de precios. La mayoría de estos dispositivos se fabrican en China, por lo que esta exención busca, al menos temporalmente, aliviar la tensión y dar pie a un cambio en la cadena de suministro.