Un recorte devastador

La Casa Blanca ha propuesto un recorte del 20% al presupuesto de la NASA para 2026, pero lo más preocupante es que se centra en la financiación de la ciencia. Esta reducción, si el Congreso la aprueba, tendría consecuencias dramáticas para la agencia espacial estadounidense.

El impacto en la investigación científica

La Dirección de Misiones Científicas de la NASA, responsable de investigaciones cruciales en astrofísica, ciencia planetaria, ciencia terrestre y heliofísica, sufriría un recorte a la mitad de su presupuesto, pasando de 7.500 millones de dólares en 2025 a 3.900 millones en 2026. Esto pone en riesgo proyectos de colaboración internacional y el liderazgo de Estados Unidos en la investigación espacial.

Reacción de Elon Musk

Elon Musk ha expresado su preocupación por los recortes, aclarando que, a pesar de su relación con la NASA como contratista, no participa en las decisiones presupuestarias. Su declaración refleja la gravedad de la situación y el impacto potencial en el futuro de la exploración espacial.

Misiones en riesgo

El telescopio espacial Nancy Grace Roman, ya ensamblado y listo para su lanzamiento, podría ser cancelado. Además, misiones clave como Mars Sample Return, para recuperar muestras de Marte, y la misión DAVINCI a Venus, también están en peligro, dejando el camino libre para que China tome la delantera en estas áreas de investigación.

El cierre del Centro Goddard

Se teme que los recortes puedan llevar al cierre del Centro Goddard Space Flight Center, un centro crucial para la NASA, que emplea a 10.000 personas y opera misiones de observación cosmológica, terrestre y solar. Las diferentes ramas científicas se verían afectadas de la siguiente manera:

  • Astrofísica: reducción de dos tercios.
  • Heliofísica: reducción de más de dos tercios.
  • Ciencia Terrestre: reducción de más de la mitad.
  • Ciencia Planetaria: reducción de un tercio.

NOAA también afectada

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) también sufriría recortes significativos, incluyendo la eliminación casi total de la investigación climática. Esto afectaría a la Oficina de Investigación Oceánica y Atmosférica (OAR) y a cientos de científicos que estudian el calentamiento global.

El futuro incierto

La NASA tiene un plazo para apelar los recortes, pero la decisión final recae en el Congreso. Existe una fuerte oposición al plan de recortes, especialmente debido a la preocupación de perder terreno frente a China. La situación es crítica y el futuro de la investigación espacial estadounidense pende de un hilo.