Europa busca reducir su dependencia de los gigantes estadounidenses Visa y Mastercard, que dominan el mercado de pagos con tarjeta. La estrategia: acelerar el desarrollo y la implementación del euro digital.

La dependencia de EEUU

Actualmente, la mayoría de los pagos en Europa se realizan a través de proveedores estadounidenses. Visa y Mastercard procesan el 65% de las transacciones con tarjeta en la zona euro, habiendo reemplazado sistemas nacionales en la mayoría de los países. A esto se suma la creciente influencia de plataformas como Apple Pay, Google Pay y PayPal.

El impulso al euro digital

Ante esta situación, y la iniciativa de EEUU de promover las stablecoins (criptomonedas respaldadas por el dólar), el Banco Central Europeo (BCE) considera crucial el desarrollo del euro digital. El economista jefe del BCE, Philip R. Lane, ha destacado la necesidad de avanzar en este proyecto para preservar la autonomía monetaria de Europa.

El objetivo: independencia y control

El euro digital, una versión digital del euro físico, sería emitido por el BCE y usable en toda la zona euro. No se trata de reemplazar el efectivo, sino de ofrecer una alternativa. Su implementación busca reducir la dependencia de compañías como Visa y Mastercard, y evitar que las stablecoins estadounidenses dominen el mercado, lo que podría afectar el control de la política monetaria europea.

El camino hacia el euro digital

Tras dos años de investigación, el proyecto se encuentra en fase de preparación desde finales de 2023. Esta fase, con una duración prevista de dos años, concluirá a mediados de 2025, momento en el que se decidirá si se avanza a la siguiente etapa.

El euro digital representa una apuesta estratégica para la soberanía económica europea, buscando un sistema de pagos más independiente y eficiente.

Fuente: Xataka Móvil