Tras dos décadas de fidelidad a Microsoft Word, un usuario relata su experiencia al cambiar a LibreOffice, una decisión espontánea motivada por la frustración y el cansancio.
De la frustración al descubrimiento: LibreOffice
El autor, tras formatear su PC, decidió probar LibreOffice. Durante años, Microsoft Word fue su herramienta inseparable, desde Windows XP hasta Windows 10, siendo testigo de su evolución y sus cambios.
Adiós a la suscripción: LibreOffice, una alternativa gratuita
También probó la versión web de Office, considerándola útil pero incompleta para tareas complejas. La necesidad de formatear su PC, y el cansancio de las suscripciones y cuentas de Microsoft, lo llevaron a explorar seriamente LibreOffice, una suite de oficina de código abierto y gratuita.
LibreOffice Writer: La experiencia con el procesador de textos
La interfaz, aunque diferente a Word, fue intuitiva y, tras un breve periodo de adaptación, su flujo de trabajo se volvió tan eficiente como antes. Destacó la completa gama de funciones: control de cambios, estilos de párrafo, corrector ortográfico, numeración de páginas, índices, etcétera, con una accesibilidad superior a la de Word.
LibreOffice Calc: Una hoja de cálculo sorprendente
En el caso de Calc, la transición desde Excel fue aún más sencilla. Las fórmulas básicas funcionaban igual, la creación de gráficos era intuitiva, y no sintió la falta de ninguna funcionalidad. Aunque algunos documentos antiguos en formato DOCX presentaron pequeñas diferencias al abrirse, nada que no pudiera resolverse rápidamente. LibreOffice guarda por defecto en formato ODT, pero permite exportar directamente a PDF o guardar en formato DOC/DOCX.
La libertad de un software de código abierto
El autor destaca la libertad que proporciona LibreOffice, un software gratuito, completo y de código abierto, sin necesidad de suscripciones ni de conexiones a la nube. Resalta su ligereza, su rápido arranque y su menor consumo de recursos en comparación con Office.
Una curva de aprendizaje, pero una gran recompensa
Admite que la interfaz inicial resultó algo abrumadora, pero con el tiempo la encontró incluso más eficiente. Después de 20 años con Microsoft Office, considera a LibreOffice no solo una alternativa viable, sino su herramienta predeterminada.
Si bien no es perfecto y presenta algunas particularidades (como la modificación de la estructura en algunos documentos DOC/DOCX), su funcionalidad cubre sobradamente sus necesidades profesionales. Recomienda la transición, aunque requiere paciencia y un periodo de adaptación, ya que la libertad que otorga compensa el esfuerzo.
Fuente: Genbeta