La era de los híbridos enchufables (PHEV) podría estar llegando a su fin. Una nueva normativa europea está cambiando las reglas del juego, dejando a estos vehículos en una posición vulnerable.

El engaño de las emisiones

Hasta ahora, los PHEV han gozado de una imagen de vehículos ecológicos gracias a sus bajas emisiones homologadas. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Los fabricantes han aprovechado un sistema de homologación poco realista que no reflejaba el uso real de estos coches. Muchos conductores no aprovechan el modo eléctrico, resultando en un consumo y emisiones mucho mayores de lo anunciado.

El cambio de homologación

La Unión Europea ha decidido abordar este problema implementando un nuevo ciclo de homologación (Euro 6e bis) para los PHEV. Este nuevo método de prueba es mucho más riguroso, extendiendo el test a una mayor distancia y bajo condiciones climáticas más extremas, además de obligando a realizar test con la batería vacía. El resultado: los consumos y emisiones reales de los PHEV se acercan significativamente a los de un vehículo de combustión tradicional.

Consecuencias para los fabricantes

Este cambio supone un duro golpe para los fabricantes. En 2027, tendrán que cumplir con unos límites de emisiones mucho más estrictos. Si no lo hacen, enfrentarán fuertes multas por cada gramo de CO2 emitido por encima del límite. La estrategia de vender PHEV para cumplir con las regulaciones de emisiones se vuelve insostenible.

El futuro de los PHEV

Los días de los PHEV como vehículos ecológicos están contados. Con la nueva normativa, su ventaja en términos de emisiones se desvanece. La tecnología, bien utilizada, es eficiente, pero el comportamiento del usuario medio no lo refleja. La presión regulatoria y económica sobre los fabricantes obligará a una rápida transición hacia modelos completamente eléctricos.

El cambio ya está aquí

La nueva norma Euro 6e bis, que entrará en vigor totalmente en 2026, marcará un punto de inflexión. Los fabricantes ya deben adaptarse a las nuevas pruebas. Quienes no lo hagan, se enfrentarán a consecuencias económicas devastadoras y a una disminución drástica en la demanda. El futuro de la movilidad apunta hacia la electrificación total.

Fuente: Xataka