La guerra comercial se extiende hasta la taza

Las tensiones entre Estados Unidos y Canadá han escalado hasta el punto de afectar incluso al café. La imposición de aranceles por parte de Trump ha generado un movimiento de boicot a productos americanos, y la industria cafetera no se ha librado. Canadá, en un giro sorprendente, ha puesto en marcha una campaña para renombrar el icónico "Americano" como "Canadiano".

El Americano, ¿realmente americano?

La historia del café Americano es curiosa. Popular en todo el mundo, su nombre sugiere un origen estadounidense. Sin embargo, su verdadero origen se encuentra en Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. Los soldados americanos, acostumbrados a un café más suave, pidieron a los baristas italianos que diluyeran el espresso con agua caliente, dando origen a la bebida que hoy conocemos.

El Canadiano: ¿patriotismo o marketing?

En medio de la tensión política, la renombrada bebida se ha convertido en un símbolo de la respuesta canadiense a las políticas comerciales de Estados Unidos. Kicking Horse Coffee, una empresa canadiense, ha liderado este movimiento, cambiando el nombre del Americano a Canadiano. Otros cafés canadienses se han sumado a la iniciativa.

¿Una estrategia de marketing o una respuesta política?

Si bien algunos ven la campaña como una reafirmación de la identidad canadiense y una protesta contra los aranceles de Trump, otros la perciben como una ingeniosa estrategia de marketing para aumentar las ventas. Independientemente de las intenciones, el Canadiano ha generado un debate en la industria cafetera y en los medios de comunicación.

México se une a la causa

La controversia se ha extendido a México, un país que ha visto cómo se ha renombrado el Golfo de México como Golfo de América. México está considerando añadirse al movimiento, explorando la posibilidad de renombrar el café Americano, posiblemente como café mexicano o "café de olla".

Más allá del café: un boicot global

El movimiento del Canadiano es solo un ejemplo de las reacciones internacionales a las políticas de Estados Unidos. En Europa y Canadá, está creciendo un movimiento de boicot a productos americanos, incluyendo software y hardware, mostrando una clara tensión geopolítica.

Fuente: Xataka On