La guerra comercial entre Estados Unidos y China por el dominio de la industria de los semiconductores está generando consecuencias inesperadas en Corea del Sur. Este país asiático, clave en la producción global de chips, se enfrenta a una drástica caída en sus exportaciones a China, su principal mercado.

Un golpe a la economía surcoreana

A finales de 2024, China representaba dos quintas partes de las exportaciones tecnológicas de Corea del Sur. Gigantes como Samsung y SK Hynix, líderes en el mercado de memorias, dependen en gran medida de este mercado. Sin embargo, las tensiones geopolíticas están impactando significativamente en sus ingresos.

En enero de 2025, las ventas de chips a China se redujeron en un 22,5% interanual, y la caída se aceleró en febrero, alcanzando un 31,8%. Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad de la economía surcoreana ante la escalada de la guerra comercial.

Las sanciones de EEUU y la respuesta de China

Las sanciones impuestas por Estados Unidos a la venta de chips avanzados a China están afectando directamente a Samsung y SK Hynix, limitando sus ventas de los semiconductores más sofisticados, cruciales para el desarrollo de la inteligencia artificial. China, por su parte, está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de sus propias tecnologías de memoria, lo que ha provocado una disminución de los precios y ha afectado aún más a las empresas surcoreanas.

Un futuro incierto para la industria

Aunque la consultora Gartner predice un crecimiento de la demanda de semiconductores impulsado por la inteligencia artificial en 2025, las primeras cifras indican que este año será difícil para la industria. El enfriamiento de la demanda global y el impacto de los aranceles están generando incertidumbre. Corea del Sur, en particular, parece estar sufriendo más que otros países productores de chips, como Taiwán.

El Gobierno de Corea del Sur reconoce la importancia estratégica de su industria de semiconductores, y está trabajando para reforzar su posición en el mercado global. Sin embargo, la situación actual es compleja y el futuro de este sector clave para la economía surcoreana está lleno de interrogantes.

En definitiva, la guerra comercial entre Estados Unidos y China está teniendo un efecto devastador en Corea del Sur, impactando directamente en su economía y obligando a sus empresas a buscar nuevas estrategias en un mercado altamente competitivo.

Fuente: Xataka