El regreso del lince ibérico (Lynx pardinus) se celebraba como un triunfo de la conservación. Sin embargo, esta narrativa comienza a resquebrajarse. Mientras la especie ya no se considera "en peligro", sino "vulnerable" según la UICN, la reintroducción genera una creciente tensión entre ecologistas y sectores ganaderos y cinegéticos.

Conflicto con Ganaderos y Cazadores

La reintroducción del lince, un símbolo de la fauna ibérica, enfrenta ahora una fuerte oposición. Ganaderos y cazadores expresan sus preocupaciones, que parecen estar ganando terreno en los últimos meses. Cataluña, por ejemplo, abandonó recientemente sus planes de reintroducción del felino.

El Conejo: Clave del Conflicto

Las tensiones no se centran directamente en el lince, sino en su principal presa: el conejo. La preocupación reside en las medidas de protección para los conejos que suelen acompañar a los programas de reintroducción del lince. Para los cazadores, esto supone competencia por las presas y posibles restricciones a la caza de conejos. Para los agricultores, el aumento de la población de conejos podría traducirse en mayores daños a sus cultivos.

Más allá de Conejos: Otras Amenazas

El problema es complejo. Además de la competencia por recursos, la caza furtiva de linces pone en riesgo la efectividad de los programas de reintroducción. Se han documentado ataques de linces a animales de granja, aunque su incidencia es variable. Estos conflictos, junto con otros relacionados con la reintroducción de otras especies como el lobo, revelan un desafío común en la coexistencia entre conservación y actividades humanas.

Un Problema Compartido

Las dificultades para integrar la reintroducción de carnívoros como el lince, el lobo o el oso en los ecosistemas españoles, representan un desafío que no se limita a España. El debate sobre la protección del lobo en Europa demuestra que la tensión entre conservación y otras actividades es un fenómeno extendido.

La situación del lince ibérico pone de relieve la complejidad de la conservación. El éxito a nivel biológico no garantiza la aceptación social ni la sostenibilidad a largo plazo de los programas de reintroducción.

Fuente: Xataka