Nueva York, una ciudad históricamente sinónimo de tráfico infernal, ha experimentado una transformación sorprendente. Sus calles, antes abarrotadas de vehículos, ahora lucen inusualmente despejadas en las horas pico, convirtiéndose en lo que algunos llaman un "santuario" libre de coches. ¿El secreto? Un peaje de hasta 15 dólares para acceder a la zona más congestionada de Manhattan.
Un peaje controvertido
Implementado el 5 de enero, el peaje afecta a la zona denominada ‘Congestion Relief Zone’. El costo varía según el tipo de vehículo, alcanzando los 14,50 dólares para automóviles y motocicletas, y hasta 30 dólares para camiones. La hora del día también influye en el precio. Esta medida, aunque efectiva para reducir el tráfico, ha generado controversia y divisiones políticas, enfrentando demandas legales y oposición de diversos sectores.
Resultados impactantes: calles vacías y mejoras en la salud
Los resultados son palpables. Las calles, antes colapsadas, ahora presentan un flujo vehicular significativamente menor. Además de la reducción de atascos y la disminución de la contaminación acústica, se espera un impacto positivo en la salud de los habitantes gracias a la menor polución del aire. Estudios indican que la velocidad de acceso a Manhattan desde Nueva Jersey se ha duplicado, mientras que el tiempo de recorrido en el puente de Brooklyn se ha reducido notablemente.
Beneficios ambientales
Un estudio ambiental de 2023 proyecta una reducción significativa en las emisiones de contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y benceno para 2045. Se espera una disminución del 10,72% en las emisiones de CO₂ en la zona donde se aplica el peaje. Aunque estos datos son proyecciones, los resultados iniciales muestran una disminución del tráfico considerable y un aumento del uso del transporte público.
El futuro incierto del proyecto
A pesar de los beneficios, la viabilidad del proyecto es incierta. Una demanda colectiva de vecinos de Manhattan, junto con la oposición de figuras políticas como Donald Trump y algunos miembros del partido demócrata y republicano, amenazan con poner fin a esta iniciativa. El tiempo dirá si Nueva York podrá mantener su nuevo "santuario" libre de coches a largo plazo.
Fuente: Xataka