El vuelo inaugural de la Starship, el cohete más ambicioso de SpaceX, culminó en una espectacular, aunque desafortunada, explosión. El 17 de enero de 2025, el mundo observó con asombro cómo el cohete de 71 metros se elevaba imponente antes de sufrir una falla catastrófica a 146 km de altura, generando una lluvia de restos incandescentes sobre el Caribe.
El Despegue y la Caída
El lanzamiento del vuelo 7 de Starship desde Starbase, Texas, fue un éxito inicial. El propulsor Super Heavy y la nave Starship se separaron según lo planeado, con el propulsor retornando exitosamente a tierra gracias al sistema de captura de Mechazilla. Sin embargo, la nave Starship, identificada como Ship 33, sufrió múltiples fallos en sus motores. Tras apagarse varios motores, la nave explotó, marcando un final abrupto a la misión.
La Causa de la Explosión
Elon Musk atribuyó la explosión a una fuga de oxígeno/combustible en la cavidad sobre la mampara cortafuegos del motor de la nave, una fuga lo suficientemente significativa como para sobrepasar la capacidad de ventilación y causar un incendio que desencadenó la explosión.
Restos y Seguridad Aérea
A pesar de la dramática explosión, la trayectoria de la Starship no se desvió significativamente, lo que permitió que la gran mayoría de los restos cayeran en el Océano Atlántico, lejos de zonas pobladas. La Administración Federal de Aviación (FAA) fue notificada y emitió alertas a los aviones para evitar la zona, minimizando los riesgos de accidentes aéreos.
El Futuro de Starship
A pesar del revés, Elon Musk mantiene la confianza en el proyecto, afirmando que una nueva Starship estará lista para volar en un mes. Los planes incluyen la revisión de sistemas de fugas y la incorporación de un sistema de supresión de incendios en la zona afectada. La Starship 33 era la primera del nuevo bloque Starship Block 2, por lo que las modificaciones de diseño también podrían haber contribuido a la falla. Queda por ver si la FAA aprobará los vuelos del cohete en tan corto plazo.
Fuente: Xataka